2 de junio de 2015

El ser superior y la experiencia del paraíso





Señales de Amor, nueva traducción del clásico I Ching, de Stephen Karcher, (1)


En el pensamiento tradicional, existe un investigador o usuario del oráculo llamado chun tz'u o "el hijo del jefe". Se trata de un antiguo título de nobleza transformado en el ideal de buscador, del que quiere vivir su vida de acuerdo con el Camino y utiliza el oráculo como una ayuda en su búsqueda. Confucio llamó a este buscador ideal el caballero que ha conseguido la nobleza a través de la transformación y la experiencia que lleva a tener un corazón claro y abierto y una mente amante y flexible. Al utilizar el oráculo y actuar de acuerdo con el Camino, el chun tz'u acumula Te, poder y virtud, el poder de realizar el camino en la acción, y la virtud de llegar a ser lo que verdaderamente él o ella se propusieron ser.
En SEÑALES DE AMOR esta figura se convierte en el Ser superior, aquella persona que busca el camino a través del amor y la relación. El oráculo sirve para ayudar a esta persona a encontrar la experiencia en el corazón del amor, la experiencia de "estar en el camino", conectado con las grandes fuentes de la vida y el amor que todo lo alimentan. Ésta es una experiencia del paraíso, una experiencia del amor y del espíritu que todo lo impregna.
Los 64 símbolos del I Ching, en la segunda parte de este libro, describen los terrenos del amor donde tiene lugar dicha búsqueda. Cada uno de ellos encarna una imagen que conforma la situación del amante en un momento determinado, una imagen inherente que conecta todos los aspectos de la situación, internos y externos, individuales y sociales, físicos y espirituales.
Estas imágenes por un lado unifican las cosas, y por otro rompen barreras. Muchas de ellas se centran abiertamente en el matrimonio y la unión como una metáfora de la profunda conexión humana. Están vinculadas al ritual y al sacrificio, a las relaciones con los fantasmas y los espíritus, a las bendiciones del espíritu del mundo y a las tácticas que se pueden emplear en situaciones difíciles. Por encima de todo son una experiencia del Camino, y la idea de, estar de acuerdo con el Camino es la manera más efectiva de actuar en cualquier situación. La práctica del I Ching fue concebida en específico para acceder a la luz y la guía espiritual, que habita en el corazón del amante que previamente lo ha vaciado y organizado. Para utilizar una de las fórmulas adivinatorias, "genera conocimiento y buena fortuna al liberar energía transformadora".
En este sentido podemos entender los símbolos como semillas del paraíso que, mediante el riego asiduo y los continuos cuidados, harán florecer el amor divino en nuestras relaciones. Estas señales se convierten en una experiencia directa de conexión con el Camino a través del amor entre dos seres humanos. Las imágenes pueden vincular pensamiento, sentimiento y acción y liberar la dicha de la unión a través de cualquier situación. Puedes regar estas semillas del paraíso utilizando el oráculo y permitiendo que sus imágenes tomen forma en tu imaginación. 


(1) Señales de Amor, nueva traducción del clásico I Ching - Stephen Karcher, Ed. Océano, 1ra. edición, Barcelona 2001 - ISBN 84-7556-218-3


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