2 de junio de 2019

Una Anécdota sobre Shao Yung




Durante un día de víspera de año nuevo, alrededor de las diez de la noche, Shao Yung y su hijo estaban en su casa cuando un vecino tocó a la puerta. Shao Yung no respondió de inmediato, así que el vecino volvió a golpear la puerta. Shao Yung contó los golpes - cinco en total. Su hijo y él hicieron el siguiente cálculo mental:

En la primera ocasión, el vecino tocó una vez. Uno es el trigrama Cielo
Luego golpeó cinco veces y 5 es el trigrama Viento.
De este modo obtuvieron el hexagrama 44, Venir al Encuentro.
Posteriormente sumaron 1+5+10 (por la hora) lo que da un total de 16 el cual dividieron entre seis (para hallar la línea marcada del hexagrama) El residuo fue 4. Al hacer la mutación obtuvieron el hexagrama 57, Sun.

“¿Qué quiere el vecino?” Preguntó rápidamente Shao Yung a su hijo. Éste se fijó en los
trigramas nucleares (Cielo, cuyo elemento es el metal) y en el trigrama Sun (madera), que
aparecía tres veces en los dos hexagramas.
“Un azadón”. Respondió el hijo.
“Te has equivocado.” Le dijo su padre. “A esta hora, lo que nuestro vecino necesita es un hacha”.
Cuando el hombre se marchó, llevándose el hacha que había venido a buscar, Shao Yung le explicó a su hijo que uno no debe dejarse arrastrar ciegamente por el significado de los signos sino aplicar también el sentido común. Ciertamente un objeto compuesto de metal y madera puede ser un azadón, pero teniendo en cuenta la hora y la época del año (invierno), no sería probable que el vecino fuese a trabajar al campo; el sentido común dictaba que el objeto seria un hacha para cortar leña y calentar la casa.


Leído en: I Ching - El Entramado del Tiempo, Ariel Miranda Viera


1 comentario:

  1. La anécdota muestra la versatilidad inherente a cada Gua.
    Infinitos como las tramas del Dao.

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